Zárate Balado 2011

Zárate Balado 2011
Albariño (100%)
12.5% vol
Bodegas Zárate
D.O. Rías Baixas

La verdad es que este verano está siendo un verano de ....albariños.  Creo que no había bebido tanto albariño en mi vida como en estos dos últimos meses. Y así es, y es que hasta este verano no tenía por costumbre beber vinos blancos - a excepción inexcusable de finos y manzanillas, por razones obvias - en los calurosos días del verano gaditano. Eso sí mucha Cruzcampo; este verano "Punto Glacial", no sé cómo la denominarán en años venideros pero ¿hay algo más frío que "glacial"?


Bodegas Zárate
Bodegas Zárate es lo mismo que decir Eulogio Pomares Zárate, propietario, y Eulogio Pomares Botana, su hijo, y el verdadeo artífice de estos vinos. Aunque hablar de los Zárate es hablar de una de las familias históricas y pioneras a la hora de vinificar y elaborar el vino albariño desde hace más de 60 años.
Bodega familiar, en pleno Valle del Salnés, elaboran 4 albariños, nada menos: Zárate Tras Da Viña, Zárate El Palomar, Zárate Balado - que es nuestro protagonista en este post - y un albariño del año, llamado simple y llanamente Zárate, que para ser el básico de la casa es espectacular. Sólo decirles que Zárate El Palomar proviene de una de las parcelas más antiguas documentadas de toda Galicia: posiblemente anterior a 1890; ahí es nada.También trabajan con 3 variedades tintas, repito tintas, que son las únicas autorizadas por la D.O. Rías Baixas - Caíño Tinto, Loureiro Tinto y Espadeiro.

Zárate Balado 2011
Procede de dos parcelas que forman el Pago El Balado, un pago completamente cercado por un muro de granito; amurallado podría ser la traducción. Apenas 1 hectárea y media de cepas de unos 60 años, emparradas, como corresponde por esta zona; cepas con pié franco, es decir cepas prefiloxéricas con muy bajo rendimiento pero de una gran calidad.Fíjense en la foto de abajo que le robo a Smiorgan, !Pedazo de cepa!!!

Imágen tomada del blog : Esos pequeños y Grandes Placeres.
http://pequenosgrandesplaceres.blogspot.com.es/

Zárate Balado 2011 tiene 9 meses de crianza sobre lías, primero tres, y luego de un trasiego otros seis a baja temperatura. Imágen externa llamativa, con una buena botella borgoñona.

El vino resulta soberbio de acidez, con leves notas herbáceas, con cuerpo con estructura. Con fondo mineral que asusta, y una más que agradable y untuosa boca. La verdad es que me ha sorprendido bastante; me ha sorprendido y me ha encantado.desde luego no es el típico albariño de perfil más comercial, ni mucho menos.

No quiero ni pensar cómo deben estar sus hermanos mayores los Tras da Viña y El Palomar. Si les gustan los albariños con DNI ya saben...Zárate!!!!

Dávila 2010

Dávila 2010
Albariño (65%),  Treixadura, (25%) y Loureiro
Adegas Valmiñor
D.O. Rias Baixas (O Rosal)


Buen vino este Dávila 2010, "calentito, recien salido del horno" como se dice, que he tenido ocasión de probar en una cata del Grupo Adegas Valmiñor, donde además se incluyeron dos tintos de Ébano, Viñedos y Bodegas, de la zona burgalesa de Ribera de Duero.
Como he puesto más arriba, esta bodega pertenece a la subzona de producción del Valle de O Rosal, en la ribera derecha del bajo Miño. Recien cumplidos los 10 años, la bodega decide dar un paso más, renovar su imágen, y lanzar al mercado nuevas ediciones de sus vinos.
El caso es que hacía tiempo que no cataba un albariño, aunque este no pueda catalogarse como tal, pues lleva en su coupage Treixadura y Loureiro, y resulta un buen ejercicio compararlo con un Albariño monovarietal, y eso hicimos, pues catamos también el Valmiñor 2010.


Hay que decir, que el Consejo Regulador ampara y tipifica los vinos de Rias Baixas según la subzona donde se produzca, así que en el caso de los monovarietales de Albariño, los más generales, es Rias Baixas Albariño y en el otro caso sería un Rias Baixas Rosal. Y esto lo llevan muy en serio. Recientemente alguien comentó en Facebook algo sobre un vino albariño, y le contestaron airadamente: "...Este non é un viño albariño é un rosal" (sic). Así que ojito y hablemos con propiedad.


El vino tiene un color amarillo limón con unos reflejos verdes, muy limpio y brillante.Incluso atractiva lágrima, pero en nariz es una bomba frutal, muy complejo, con múltiples notas a piña, paraguaya, lichi, fruta blanca tropical, en definitiva. Notas florales blancas. Es fresco y untuoso, debido al aporte que la crianza sobre sus propias lías le proporciona, sin duda. Y en boca resultó pleno de acidez, con cuerpo y de un amargoso pero agradable final. Un vino muy elegante tanto por fuera como por dentro. Para repetir, por supuesto...

 

Me ha sorprendido muy gratamente,